Eder Castresana Martín
El Centro Cívico Clara Campoamor fue testigo el pasado 19 de noviembre de la conferencia ofrecida por el psiquiatra y Profesor Titular de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joseba Achotegui. La charla trató sobre el Síndrome de Ulises y las estrategias para ayudar en la elaboración del duelo migratorio. Todo esto en el contexto de pandemia en el que nos encontramos. El evento formaba parte de la V. Edición de la Escuela de Diversidad de Barakaldo y contó con un total de 34 oyentes. El profesor dio especial importancia a los inmigrantes, que a pesar de ser el colectivo que más ha sufrido el impacto de la COVID, han sido un elemento clave a la hora de producción y distribución de alimentos a supermercados, por ejemplo.
La conferencia empezó con puntualidad británica. El profesor comenzó hablando de la cualidad migratoria del ser humano. Una característica que proviene de antes del Homo Sapiens Sapiens. El hombre está considerado como un ser nómada, incapaz de permanecer anclado en una sociedad, pero la realidad es que cada vez hay más muros y barreras que dificultan e impiden las migraciones. Según Achotegui, todo esto supone un sufrimiento psicológico para quien intenta dejar su país atrás porque “en los tiempos que corren se considera delito emigrar”. El profesor no quiso dejar en el olvido que el 14,4% de los inmigrantes que acuden a consultas médicas, muestran indicios sintomatológicos de Síndrome de Ulises. Por otro lado, no hay que olvidarse de las familias. El experto señaló que es inmenso el dolor que sufren los familiares de las personas migrantes.
Respecto al duelo migratorio, explicó la importancia de las condiciones en las que se realizan las migraciones. Dependiendo de estas, se encuentran dos tipos de duelo. El duelo simple ocurre cuando el cambio migratorio se realiza en buenas condiciones, es decir, la persona se adapta adecuadamente a su nuevo lugar de acogida, a su lengua, es aceptada socialmente, etc. Por otro lado, el duelo extremo sucede cuando el cambio migratorio se da en peores condiciones. Esto afecta a la salud mental de los migrantes y obliga a pasar un cuadro psíquico excesivamente complicado al encontrarse lejos de su tierra y de sus familias.
Para acabar la conferencia, mencionó que Además, los niños inmigrantes también han sido duramente castigados por la pandemia porque la dificultad del idioma les ha impedido seguir las clases online, además de no tener los suficientes recursos para acceder a internet.
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